Dr. José Domingo Yataco Arias
Socio Principal del Estudio Yataco Arias Abogados.
En los procesos de fusiones y adquisiciones pueden presentarse ciertos riesgos operacionales. Por ello, suele realizarse una valoración de dicho riesgo con la finalidad de mitigar las contingencias que puedan presentarse mediante un adecuado proceso de Due Diligence.
Un due Diligence no es una auditoria como tal. Se puede explicar como un proceso de recolección o levantamiento de información cuya función principal se basa en el análisis sistemático y valuación de una empresa en conexión de un contexto contractual, como la compra-venta de ésta.
Es así que tras un período de negociación y aproximación entre vendedores y compradores o inversionistas y una vez que estos últimos muestren un interés real en la intención de adquirir ya sea la totalidad o una parte de una sociedad, en determinadas condiciones, se abre un proceso llamado “Due Diligence” o “Diligencias” en virtud del cual el adquiriente de una empresa realiza, con explicito consentimiento y asistencia del vendedor, una detallada investigación de diferentes áreas del negocio que se quiere adquirir con el objeto de conocerlo a mayor profundidad.
El propósito principal de la realización de un Due Diligence será la de reducir el riesgo de la transacción aportando al comprador una evaluación independiente y detallada, revisando la existencia de posibles pasivos ocultos en las áreas de estudio o revisión. Y en caso que afloren estos pasivos, ambas partes deberán sentarse a renegociar determinados aspectos relativos a la transacción.
Ahora, el proceso de Due Diligence, varia según el tipo de transacción, grado de complejidad del negocio así como la naturaleza del comprador o inversor.
En general, un proceso de Due Diligence vendría a cubrir y a estudiar diversas áreas de la empresa. Pero, tratándose de un Due Diligence Legal esta se realizara en la verificación de la situación legal de la sociedad en el área corporativa, contractual, laboral, tributaria, con respecto a sus activos: bienes inmuebles, y cuestiones administrativas: licencias y autorizaciones, propiedad industrial e intelectual, litigios (civiles o penales) y procedimientos, entre otros.
Es decir, que el Due Diligene Legal presenta como objetivos la identificación de los riesgos asociados a la operación determinando las posibles contingencias en materia legal, dando como resultado final un informe que no solo incluirá una relación de hechos sino que recogerá todos los puntos y opiniones necesarias para el buen fin de la transacción, aportando soluciones a los asuntos que surgan como consecuencia del desarrollo de esta operación de prevención de riesgos.
Un due Diligence no es una auditoria como tal. Se puede explicar como un proceso de recolección o levantamiento de información cuya función principal se basa en el análisis sistemático y valuación de una empresa en conexión de un contexto contractual, como la compra-venta de ésta.
Es así que tras un período de negociación y aproximación entre vendedores y compradores o inversionistas y una vez que estos últimos muestren un interés real en la intención de adquirir ya sea la totalidad o una parte de una sociedad, en determinadas condiciones, se abre un proceso llamado “Due Diligence” o “Diligencias” en virtud del cual el adquiriente de una empresa realiza, con explicito consentimiento y asistencia del vendedor, una detallada investigación de diferentes áreas del negocio que se quiere adquirir con el objeto de conocerlo a mayor profundidad.
El propósito principal de la realización de un Due Diligence será la de reducir el riesgo de la transacción aportando al comprador una evaluación independiente y detallada, revisando la existencia de posibles pasivos ocultos en las áreas de estudio o revisión. Y en caso que afloren estos pasivos, ambas partes deberán sentarse a renegociar determinados aspectos relativos a la transacción.
Ahora, el proceso de Due Diligence, varia según el tipo de transacción, grado de complejidad del negocio así como la naturaleza del comprador o inversor.
En general, un proceso de Due Diligence vendría a cubrir y a estudiar diversas áreas de la empresa. Pero, tratándose de un Due Diligence Legal esta se realizara en la verificación de la situación legal de la sociedad en el área corporativa, contractual, laboral, tributaria, con respecto a sus activos: bienes inmuebles, y cuestiones administrativas: licencias y autorizaciones, propiedad industrial e intelectual, litigios (civiles o penales) y procedimientos, entre otros.
Es decir, que el Due Diligene Legal presenta como objetivos la identificación de los riesgos asociados a la operación determinando las posibles contingencias en materia legal, dando como resultado final un informe que no solo incluirá una relación de hechos sino que recogerá todos los puntos y opiniones necesarias para el buen fin de la transacción, aportando soluciones a los asuntos que surgan como consecuencia del desarrollo de esta operación de prevención de riesgos.
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